Los bebés llegan al mundo luego de 62 días, de espera y ansiedad. Controlados por un veterinario, un especialista cardiólogo y un neonatólogo su nacimiento está lleno de felicidad para nosotros, es un momento en el cual las palabras sobran y las lágrimas de alegría no se pueden contener.
Luego de ser revisados minuciosamente, al igual que su madre, son llevados a nuestra nursery donde se les brinda un espacio confortable y silencioso donde se inicia el vínculo con su mamá.
Este vínculo es tan importante ya que su madre no solo los alimenta, sino que les enseña de manera cariñosa cómo deben comportarse en la adultez, junto a una educación adecuada, nuestros cachorros logran ser no solo un perro sino más que eso, el compañero inseparable de los chicos, ancianos y adultos.
Durante los primeros 20 días los cachorros se controlan a diario, para asegurar su pleno estado de salud.
Entre el día 10 y 12 de vida, los bebes comienzan a abrir sus pequeñísimos ojitos, llenos de dulzura y ansiosos por descubrir el mundo. A los 20 días de su nacimiento se los comienza a alimentar con dietas especialmente diseñadas por un nutricionista y más tarde con alimentos balanceados Super Premiun, que aseguran un correcto desarrollo físico y mental.
Los cachorros se alimentan individualmente para asegurar que la cantidad de alimento consumido sea la adecuada según su edad y peso.
Los cachorros son desparasitados según un riguroso plan que incluye además de antiparasitarios, el control individual a través de análisis coproparasitológicos, asegurándonos que nuestros cachorros no sean portadores de ningún tipo de parásito que afecte su correcto crecimiento y por sobre todo que no sean transmitidos a humanos. Cabe recordar que también el plantel adulto sigue el mismo plan anterior y posteriormente al nacimiento de cada camada, porque solo de un ambiente sano se logran ejemplares sanos.
A partir de los 30 días de vida iniciamos el calendario de vacunación para lo cual utilizamos vacunas de los mejores y más reconocidos laboratorios americanos, este plan será detallado en una libreta que nuestro veterinario supervisor dejará para ser entregada junto al cachorro. Es importante saber que solo un médico veterinario puede vacunar, ya que es un acto donde además se evalúa el estado general del ejemplar.
Los cachorros inician su educación desde que son capaces de deambular por sí mismos, esta se basa en lo que cada propietario requiera, siempre teniendo en cuenta la edad del bebe. Entre los días 7 y 15 de vida su cachorro será desensibilizado según estrictos protocolos utilizados por entre otros, grupos especializados en búsqueda y rescate en catástrofes y fuerzas armadas de Estados Unidos.
En cuanto a la educación básica, en líneas generales, se les enseña a evacuar sus necesidades en áreas determinadas, a obedecer órdenes básicas (sentado, etc.), a mantenerse respetando una jerarquía dentro de la "manada humana", este es quizás uno de los puntos indispensables en su aprendizaje, ya que para mantener una convivencia feliz es importante mantener las reglas claras, y el lugar que cada integrante tiene que ocupar.
Como ya hemos comentado en otras ocasiones, nuestro criadero no es "una fábrica de cachorros", seleccionamos a cada individuo según las rutinas y características de su nuevo dueño, esta selección no podría llevarse a cabo sin antes conocer las propias necesidades de sus dueños y de la correcta evaluación de los cachorros por parte de un especialista en comportamiento animal quien en la séptima semana de vida, evalúa cúal es el temperamento de cada cachorro y lo expresa a través de un informe.
Guisachan no entrega cachorros con menos de 52 días de vida, ya que sería irresponsable de nuestra parte entregarlos de tan corta edad, debido a las consecuencias que esto podría traer para su salud física y emocional, siendo un tiempo prudencial que el destete se produzca a partir de los 60 días.
Muchas veces por la ansiedad de contar con un integrante nuevo en la familia, olvidamos muchos puntos relevantes, ya que este cachorro los acompañará por mucho tiempo, y es evidente que nadie quiere un perro que no respete a su amo, que no se comporte de manera adecuada con los chicos o que le gruña a una visita. Estas normas básicas de educación no se aprenden aislados en caniles, se transmiten a través del cariño, la paciencia y la perseverancia de quienes elegimos todos los días capacitarnos y dar lo mejor de nosotros a estos pequeños corazones dorados y a sus familias, quienes cuentan con nuestro asesoramiento de por vida.