Nuestra historia comienza como la de muchas familias, cuando junto a mi marido, decidimos adoptar nuestra primera mascota, en un momento difícil de esos que nos toca vivir a todos en algún momento, luego de estudiar cada detalle de compartir experiencias fue que nos decidimos por un bellísimo y tierno cachorro de Golden Retriever, al cual bautizamos “Blue”.
Blue nos cautivó desde el momento en que lo vimos….y desde entonces dedicó toda su vida a robarnos una sonrisa y a hacernos sentir las personas más afortunadas del mundo…Cuando Blue llegó a nuestras vidas solo teníamos un hijo, pero con la llegada de nuestro segundo hijo decidimos que era el momento perfecto para recibir a “Lola”.
Lola no fue menos significativa sino por el contrario, es a ella a quien le debemos la vida de justamente nuestro segundo hijo.
Es una anécdota que preferiría no contar sino tuviera que explicar porque criamos esta raza. Era una tarde calurosa de verano cuando compartíamos un momento de juego en familia, por aquel entonces nuestro hijo mayor tenía tan solo 8 meses y jugaba en un inflable dentro de la pileta, de pronto el inflable se dio vuelta y nuestro pequeño se hundió….son esos instantes que parecen eternos y fue entonces donde apareció Lola, que se encontraba dentro de la casa….pero que su instinto maternal la llevó a no dudar y sumergirse a 80 cm de profundidad y con la delicadeza de una madre sacar a nuestro pequeño a la superficie…Créanme es una imagen que jamás voy a olvidar, y le debemos nuestra vida a Lola, no tuvimos suficiente tiempo para agradecerle lo que hizo siendo solo una cachorra de 8 meses (la misma edad que nuestro hijo), nos dejó hace unos pocos meses a los 13 años de edad.
Esa experiencia fue la que nos marcó la vida, y decidí con el apoyo incondicional de mi esposo, involucrarme en esta hermosa aventura, con una meta: dar lo mejor de mí para lograr cachorros que no solo sean hermosos, sino que lleven en su sangre el instinto que han demostrado tener innumerables veces Lola y Blue protegiendo a nuestros hijos, como a sus propias crías, demostrando ser verdaderos ejemplos de vida.
En la actualidad ya con 5 hijos, y más de una década de aventuras, disfruto junto a once corazones dorados que hacen que cada día, sea una fiesta, en un predio de 4.000 mts 2, sin jaulas, sin las presiones de las competencias de belleza, que estresan sobremanera a los animales, solo a dedicados a jugar y a devolverles todo el cariño que ellos nos entregan.
Nuestros cachorros nacen en un hogar lleno de cariño, nosotros les brindamos una educación básica para que ustedes no tengan que iniciar de cero la enseñanza de su nueva mascota, ya que al igual que también nos vimos abrumados con la llegada de “Blue” al no saber por dónde empezar y estamos para ayudarlos en todo momento, porque cuanto antes se inicie la educación, más aprenden, sumado a que ni los bebes, ni sus padres viven en jaulas, hace que desde el primer momento cada cachorro sea especial. Ya que hemos aprendido que el 50% es lo que trae genéticamente, y el otro 50% es el cuidado que se le brinda desde el primer momento, sumados… hacen que un cachorro sea un perro completo y nuestro orgullo.
A medida que los bebes van creciendo, abren sus ojitos y de a poquito comienzan el destete, sus horarios de juego son compartidas con nuestros hijos, de manera que estén familiarizados con niños, de este modo cuando conozcan a sus hijos no les tendrán miedo, sino que lo reconocerán como sus compinches desde el principio.
Los cachorros les enseñarán a sus hijos a manejar roles sociales, las responsabilidades, las necesidades y los sentimientos, la alegría y el compañerismo.
Si piensan que no pueden hablar, se equivocan, los cachorros se harán entender con la mirada, el hocico o las patas.
Se sentirán necesitados…. Y darles su comida será una satisfacción, porque ellos nunca se quejan, nunca dejan nada en el plato y entonces cuando hayan terminado, los mirará y si lo miran bien, van a poder entenderle cuando les diga “ Gracias….Te quiero!!!”
Sus ojos son el arma secreta de estos dulces enanitos, en ellos se encierra la paz, se puede ver nuestra alma en ellos, se puede ver el mundo que no vemos y se puede palpar la bondad, que tanto nos cuesta encontrar en nuestros congéneres.
Sus miedos serán nuestros enojos, tendremos que relajarnos, tenerles paciencia, de eso modo lograrán cumplir sus propias metas y quizás podrán juntos cambiar sus vidas.
Ellos serán quienes logren sacarnos de la televisión cuando estemos aburridos, serán los que saquen del cuarto a sus hijos para jugar a la pelota, serán quienes nos cuiden en la pileta.
Serán quienes estén a nuestro lado cuando nuestro corazón los necesite….
Serán quienes se acuesten junto a nuestra cama para cuidar nuestros sueños…
Estas son nuestras razones para criar esta hermosa raza, el Golden Retriever….