Dotado desde recién nacido de un sentido particular de supervivencia, el cachorro presenta batalla a la vida.
Recuerden que un cachorro no es más que un bebé en un disfraz peludo y son ustedes quienes deben guiarlo en esta nueva vida que inicia.
Como es natural en todo cachorro sano, pronto saldrá a inspeccionar su nuevo entorno, aproximándose a cada uno de ustedes. Este es un momento muy importante, porque es el primer paso para un buen entendimiento entre el cachorro y su dueño, que en adelante asumirá la función de "jefe".
Se requiere perseverancia, flexibilidad y mucho amor para aceptar algunas situaciones enojosas como, por ejemplo: defecar y orinar en lugares considerados prohibidos.
Por eso cada vez que se despierte, llévenlo y aliéntenlo para que haga sus necesidades en el lugar que eligieron para ello previamente.
Debemos darle tiempo para que aprenda, y felicitarlo ampliamente, cuando haya logrado el objetivo. Siempre tienen que estar atentos a sus pedidos.
Es difícil creer que un pequeño ser, encierre tanta alegría y sea el compañero de nuestros hijos a la hora de jugar, pero cuidado, el juego con los niños deberá ser eso, y no el cachorro el juguete de los niños. Su relación no encierra riesgos, no hay contagios, ni parásitos, ni bichitos que migren a tu hijo, en un cachorro correctamente atendido por su veterinario.
Es evidente que su llegada trae aparejado una serie de medidas en cuanto a cómo captar su atención, respeto y obediencia, por lo que deben rescatar la necesidad de comenzar su educación de inmediato a fin de que no adquiera malas costumbres y para lograrlo podemos utilizar la técnica más antigua del mundo: cariño, respeto y bondad.
Al momento de la entrega del cachorro, Guisachan también otorgará una charla informativa, un manual donde encontrarán algunas repuestas a sus inquietudes respecto a la educación, salud, cuidados y asumiendo el firme compromiso de brindarles todo el asesoramiento que requieran durante toda la vida.